Relatos cortos de sexo

Mi nombre es Miguel.

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Hola somos pareja de Chile, me llamo Carlos y mi esposa Sandra. Somos bien liberales nos gusta siempre inventar escenarios calientes para nuestro sexo.

Relatos de Adultos / eróticos

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Mi novio metió a otra mujer en la cama sin avisarme en este relato xxx Me gusta cumplir las fantasías sexuales de mi pareja, así como él también se esfuerza por cumplir las mías, sin embargo, siempre me he opuesto a involucrar a terceras personas y meter a otra mujer en la cama, u otro. Relato porno complaciendo a mi esposa con la ayuda de un amigo Somos un pareja chilena, ya con 22 años de matrimonio. Relato erótico de lluvia dorada con dos hermanas prostitutas Como muchas de mis experiencias sexuales, ésta que refiero a continuación sucedió con una prostituta, en realidad con dos prostitutas.

Relato erótico de mi esposa infiel con un compañero con mi permiso Todo comenzó hace 3 años, era cumpleaños de mi esposa María y a un compañero Toño se le ocurrió felicitarla, a ella le creó curiosidad entablar platica con él hasta entonces desconocido. Relato erótico de sexo con mi comadre que me pone muy caliente Les voy a contar uno de mis relatos eróticos, en este caso de sexo con mi comadre.

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Mi boca ya en tu sexo. Lo acaricio con mis labios, muy suave. Pruebo tu licor extasiante y me enervo. Acaricias mis cabellos mientras comienzas a mover tus caderas. Mi lengua y mis labios se mueven al ritmo que marcan tus caderas y tus gemidos. Noto tu flor creciendo en mi boca. Un capullo que se va abriendo lentamente hasta que estalla en una explosión de placer que te inunda hasta el cerebro. Me abrazo a tu cintura, poso mi mejilla en tu vientre y me acuno con tu respiración profunda. Duerme mi amor, descansa que yo velaré tus sueños…. Al oír estas palabras sabías que no iba a ser una sesión de estreno, por eso, decidiste estrenar el conjunto de lencería que él te había regalado.

La sala estaba en penumbra. Él se detuvo a buscar los mejores sitios.

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Con una sola mirada lo tuvo claro. Te sentaste coqueta haciéndote notar e inspiré profundamente tu perfume para que lo notaras. Las luces se apagaron y comenzó la película. La de la pantalla y la nuestra.

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Habías separado tus muslos y tu falda se subió lo justo para mostrar la fantasía de tus medias. La tuya, sutil, se apoyó en mi entrepierna ya prominente. De reojo pude ver que tu otra mano hacía lo mismo con él y la suya también se deslizaba por tu otro muslo. Amablemente apartó tus braguitas para dejarme paso hacia tus delicias.

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Mis dedos se empaparon de ti. Poco a poco te inclinaste hacia mi polla erecta hasta apresarla con tus labios. Él aprovechó para levantarte del todo la falda. Pronto sentí sus embestidas a través de tu boca. Tu sexo flotaba en el de él. Todo se volvió irreal y tan real al mismo tiempo. Él explotó en ti guturalmente. Tenemos una cita secreta en un restaurante. Cada uno va a ir con su pareja con la excusa de que nos lo han recomendado. Nos sentamos en una mesa no muy alejada de la vuestra, yo frente a ti. Nuestras miradas se cruzan repetidamente con ardor.

En un momento te levantas y te diriges al baño. Yo voy tras de ti.

Te cojo de la mano y te meto en una cabina del baño de señoras. Te empujo contra la pared y te beso locamente. Tu correspondes a mis besos apasionadamente. Mi mano se aventura bajo tu falda, toco tu braguita totalmente mojada y la arranco de un tirón. Mientras ya has sacado mi polla del pantalón totalmente enhiesta y te embisto contra la pared. Mmmm me encanta como la aprisionas con las paredes de tu sexo. Me muevo ferozmente dentro de ti hasta arrancarte suspiros de placer. Salimos separadamente del baño y nos dirigimos cada uno a nuestra mesa, como si nada.

Desde allí puedo todavía ver el rubor en tus mejillas. Mi semen borbotea en tu vagina totalmente llena de mí y yo me llevo los dedos a la nariz. Me encanta cuando nos duchamos juntos. Nuestros cuerpos desnudos bajo el chorro caliente. Me gusta como me miras con ternura mientras enjabonas mi cuerpo dulcemente. Soy un niño en tus manos expertas.

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Contemplo el agua discurrir por tu piel brillante, tersa. Te excitan mis manos y así me lo haces saber. Yo también estoy excitado y te lo digo al oído , aunque es evidente.